¿Alguna vez se ha tropezado con otro viandante y después se han desviado ambos hacia el mismo lado... Y, ¡ups! otra vez de nuevo los dos al lado contrario? Ya saben: ¡Perdón! ¡Perdón! Y una media sonrisa de disculpa. Pues algo tan anecdótico y aparentemente poco importante está en la base de lo que estudia un grupo de matemáticos y sociólogos del Instituto Tecnológico Suizo, en Zurich, el prestigioso ETH. Pero ellos no se quedan en la anécdota. Al contrario, su trabajo puede acabar siendo muy útil para prevenir desgracias, por ejemplo a la hora de evitar accidentes por aplastamiento en aglomeraciones en estadios, manifestaciones... El grupo de Zurich, liderado por Mehdi Moussaid, ha investigado las peregrinaciones a la Meca, en las que periódicamente se producen decenas de muertos por 'estampidas' o avalanchas humanas.
El punto de partida de estos investigadores es que cuando interaccionan muchos 'agentes individuales', en este caso personas, cada uno se comporta según lo hagan los demás. Y eso genera un comportamiento colectivo determinado, que se puede modelizar. Es un fenómeno que se da en el tráfico por carretera, por supuesto en la economía... y cuando se congrega mucha gente. En los últimos años ha avanzado mucho la rama de las matemáticas que trata de modelizar estos fenómenos.
En el caso del grupo suizo, los investigadores experimentaron primero con individuos en condiciones de laboratorio: dos voluntarios evitan chocarse en un pasillo; ¿hacia qué lado se desvían? Después los matemáticos salieron a la calle y se dedicaron a grabar el flujo de viandantes. Así han descubierto que, en general, todo el mundo tiende a desviarse hacia el mismo lado, y eso hace que en la multitud se generen de forma espontánea 'corrientes' de viandantes que avanzan en el mismo sentido. Esto ha permitido diseñar un modelo matemático que describe los flujos urbanos.
Moussaid explicó hace unos días en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en San Diego, en EEUU, que, curiosamente, el lado hacia el que solemos desviarnos parece determinado culturalmente: los europeos lo hacemos hacia la derecha y los asiáticos más bien hacia la izquierda.
Esto podría ser sólo una curiosidad si no fuera porque el comportamiento colectivo puede dar problemas, como las mencionadas 'estampidas'. El trabajo del grupo de Zurich con los peregrinos a la Meca aún no ha acabado, pero el objetivo es identificar patrones en el movimiento de la multitud que precedan a estos fenómenos, para así tratar de detectarlos con antelación y evitarlos.
Así que... ya puede hablar de matemáticas con el próximo viandante con el que se tropiece!
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